Buenos tardes, mi nombre es Flor Gonzalez, soy inmigrante de México y vivo en la ciudad de Reading en Pensilvania desde hace 22 años. Soy miembro líder de Make the Road Pennsylvania, donde luchamos por respeto y dignidad para nuestras comunidades. Tengo 3 hijos entre las edades de 20, 12 y 10 años, mi hija menor, Yareli, me acompaña hoy. Tengo 10 años trabajando en la misma compañía recibiendo un sueldo de $7.25 la hora, cortando hongos. Durante la pandemia a trabajadores como yo nos llamaron trabajadores esenciales, sin embargo, se nos trata de todo menos esenciales. Como ustedes se pueden imaginar, $7.25 la hora vale mucho menos ahora que hace 10 años. Hoy estoy aquí porque por medio de ustedes quiero que el Presidente Biden escuche mi voz porque la necesidad de un camino hacia la ciudadanía nunca ha sido más urgente e importante y necesitamos una reforma migratoria este año.
Los Estados Unidos, el país más rico de la historia de la humanidad, tiene un sistema de inmigración roto, donde más de 11 millones de personas estamos encerradas en un sistema de exclusión, donde personas como yo somos negados de nuestros derechos humanos básicos y nuestra dignidad humana. Este país necesita una reforma migratoria urgente, es por eso que hoy hago un llamado al Presidente Biden que trabaje con el Congreso para que actualice la fecha de Registro para que nosotros que hemos hecho vida aquí y tenemos a nuestros hijos nacidos aquí, tengamos un camino a la ciudadanía y podamos aspirar a un mejor salario y dejar de ser excluidos.
Mi sueño es vivir sin miedo, con la dignidad y respeto que merece cada ser humano. Mi sueño es tener un estatus legal, para poder tener un mejor salario y así mi familia podría ahorrar para comprar una casa, para que nuestros hijos tengan un lugar apropiado y seguro y no tener que mudarnos frecuentemente. Necesitamos una reforma migratoria porque personas como yo merecemos una mejor calidad de vida y salir de las sombras. Con un estatus legal yo podría salir a la calle sin miedo de que ICE me va a detener y deportar separándome de mi familia.
Aunque no puedo votar, tengo el poder de mi voz, y voy a continuar usándola como líder de mi comunidad. Mi mensaje para el presidente Biden es ahora mismo es el momento para cumplir sus promesas de ciudadanía, y que tome liderazgo en este asunto para dejar que los 11 millones de personas tengamos la oportunidad de vivir con la dignidad que todo ser humano se merece. Le invito al Presidente Biden que sea el primer presidente que cumple sus promesas de campaña y de una camino a la ciudadanía. Gracias.
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